lunes, 5 de enero de 2015

Fiestas

"Ojalá me gustase el alcohol", pienso mientras bebo agua en la fiesta de mi amigo. Miro a mi alrededor. Todo el mundo sonríe a la cámara del móvil de cualquiera de los asistentes,y luego siguen bebiendo. A la mañana siguiente, muchos solo recordarán de la fiesta lo que vean en las fotos, pero afirmarán haberlo pasado mejor que nunca. Es curioso que la gente se tome tantas molestias en organizar una fiesta de la que no se acordaría de no ser por las redes sociales. Los vestidos, los zapatos, el local, la hora de recogida según el medio de transporte que te vaya a llevar de vuelta. Toda la planificación que conlleva una fiesta. Y muchos solo van para twittearlo. Para salir en la foto de grupo que acredita que estabas allí. Para escribir algo en el muro del anfitrión el día de su cumpleaños que convenza a sus amigos de que realmente le conocen. Las redes sociales es lo que tienen, te obligan a demostrar tu existencia, mediante fotos y comentarios, a un público que supuestamente te conoce y al que no le importa tu existencia.

2 comentarios:

Cauchemar dijo...

Pasa lo mismo con los blogs. ¿Para cuándo una reflexión sobre eso?

Unknown dijo...

Totalmente de acuerdo, aunque a mí me da mucha pena no tener tantas fotos con usted o los demás chicos, :( un beso!