viernes, 24 de julio de 2009

Palabras

Miles de palabras acuden a mi mente.
Historias ya contadas, historias por contar.
Pero ninguna palabra es buena para empezar...
¿Cómo se puede escribir cuando no se sabe qué decir?
Una tras otra, las palabras van haciéndose más pequeñas. Se alejan de mis pensamientos, volando libremente y formando otras historias.
Historias ya contadas, historias por contar, pero que nadie sabe si serán contadas. A lo mejor, alguien lo sabe.
Y, si ese alguien esperaba a que acudiesen las palabras, hoy habré ayudado a dar vida a una de esas historias sin contar, que pronto pasará a ser una historia ya contada.