Cinco horas más tarde, llegamos a nuestro destino: MADRID.
Allí almorzamos, paseamos por la Gran Vía, Callao, Sol, Plaza de España.
Quedamos con unas amigas que viven en la capital.
A las 9 de la noche nos montamos en el coche, y seis horas más tarde (paramos a cenar en un área de servicio) llegamos a casa sanos y salvos.
A las tres de la mañana.
Mereció la pena.