domingo, 28 de octubre de 2012

Antiques.

Érase una vez, en una librería antigua, los libros se ocultaban tras las gastadas tapas para que no se los llevaran.
Así había libros nuevos, que eran comprados por las personas que entraban a curiosear, y también había libros con cubiertas antiguas y tan estropeadas que nadie se atrevía a tocarlos.
Los libros viejos se amontonaban en las polvorientas estanterías del fondo mientras que las estanterías delanteras siempre estaban medio vacías.
Nadie compró nunca una historia de apasionantes aventuras, ni una interesante colección de cuentos de terror. Nadie se acercó a hojear las páginas de las historias que se ocultaban tras las portadas estropeadas de los libros antiguos.

jueves, 25 de octubre de 2012

Empecemos...

Estamos a finales de octubre y en la Universidad me han empezado a mandar trabajos y exposiciones orales.
Deseadme suerte.