He aprendido algunas cosas de la vida.
Ya me vale, tengo 19 años, si no hubiera aprendido nada a estas alturas definitivamente tendría un problema.
Lo primero que podría decir que he aprendido es que la vida está hecha para disfrutarla, no para preocuparse por lo que los demás piensen o hagan. Yo me preocupo mucho por lo que la gente piense, sí, pero también por lo que hacen y por cómo lo hacen. Sobre todo si esas personas son mis amigos. Pero, siendo realistas, nadie más que tú puede decidir qué haces y, si no quieres agobiarte por lo que los demás piensen de ti, debes empezar por no preocuparte por lo que otros hagan. Parece lógico, pero me ha costado un tiempo entenderlo.
Otra cosa que he aprendido es que está bien decir que no quieres hacer algo por los motivos que sean. Ser amigo de alguien no implica que tengas que seguirlo al fin del mundo si no te apetece. Si tienes motivos para no querer hacer algo, está perfectamente bien decir "no". Si son tus amigos, te entenderán. Y si no, no deberías preocuparte.
También he aprendido que es bueno cambiar de opinión acerca de todo. Hacer algo que antes no te gustaba solo por probar de nuevo. A veces te sorprendes a ti mismo al descubrir que algo que no querías probar es, en realidad, maravilloso.
Puedes ponerte objetivos en la vida, pero no pueden ser a largo plazo. No puedes concentrarte en alcanzar algo que está lejos, es imposible. Todo lo que pase hasta conseguirlo te parecerá que no te lleva a ninguna perte. La vida no consiste en mirar al pasado ni al futuro, consiste en ser feliz con lo que te rodea en el presente.
Siempre hay alguien en quien puedes confiar. Siempre. Aunque te parezca que no, que tus padres no te entienden, tus amigos te dejan de lado y tu perro prefiere a tu vecino, siempre hay alguien en quien puedes confiar. Tu tía, a la que ves muy de vez en cuando. La vecina del 9º, esa que baja a por el pan en zapatillas. Un profesor. Tu hermano mayor. Siempre hay alguien que te tenderá la mano si se lo pides.
A veces es bueno hacer listas de todo lo que tienes. No me refiero a un inventario. Bueno, sí, pero no. Puedes abrir un cuaderno y empezar a apuntar: una casa, un teléfono, ropa, una familia, salud, amigos, educación. Puede que tu casa sea pequeña, tu teléfono, anticuado, y tus padres no estén siempre en casa. Pero hay gente con menos cosas. Y si crees que tú eres una de esas personas, piensa en cuántos amigos tienes, en cuánta gente se preocupa por ti. Siempre hay algo.
No es cierto que las cosas pasan por casualidad, al menos no del todo. Si quieres algo, esfuérzate hasta que lo consigas. Es muy difícil levantarse temprano y ser productivo, sí. Pero merece la pena. Decimos "qué suerte tienes" a alguien que ha conseguido algo que quería porque no vemos el esfuerzo que hay detrás. Los meses ahorrando para pagarse el viaje a Nueva York, las horas delante del ordenador para comprar la edición firmada de su disco favorito.
Tienes que creer en ti mismo: vales más de lo que piensas. Es así. Sí. Que sí. Nadie nace sabiendo hacerlo todo; nadie es perfecto. Cada uno tiene sus manías y sus defectos, su talón de Aquiles. Pero también tenemos virtudes, esperanzas, sueños. Y es la mezcla de ambas cosas las que nos hace únicos, reales, humanos.
2 comentarios:
Totally agree ☺☺☺☺☺
Publicar un comentario