"Érase una vez..." era un buen comienzo.
Sophie abrió su cuaderno y comenzó a escribir.
Se imaginaba un mundo de fantasía, un mundo secreto que sólo ella conocía, un mundo mágico que podía crear y cambiar a su gusto.
Por lo general, sus historias estaban relacionadas con experiencias que Sophie había tenido, o con libros que había leído recientemente.
Y por lo general, Sophie empezaba sus historias con un "Érase una vez..." y las acababa con un "y vivieron felices para siempre".
Durante años, Sophie escribió historias maravillosas en sus cuadernos. Luego, cuando se cansó, cerró los ojos, para abrirlos de nuevo y encontrarse con todos los personajes con los que había compartido su tiempo, su alegría, sus emociones...su vida.
"Érase una vez..." comenzó a decir Sophie.
Y vivieron felices para siempre.
5 comentarios:
Estupendo, otra prueba de que un final previsible muchas veces juega en favor del relato. :-)
Precioso Isa, como siempre. Quiero más.
No pares, sigue, sigue...
Tranquilos, pronto habrá más :)
"Érase una vez..." es un buen principio para tu historia y un bonito nombre para tu blog (ya me he dado cuenta de que lo has cambiado).
Dile a Sophie que no deje de escribir historias... ni de vivirlas.
¡Ánimo, Isa! Esperamos tus relatos. Quizá ahora que tienes más tiempo libre...
Besos.
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