lunes, 22 de septiembre de 2008

Diferente

Tenía amigos y proyectos de futuro en ese lugar. Parecía feliz.
Pero era diferente y todos lo sabían. No tenía las mismas ideas que los demás, y siempre intentaba que sus amigos no se peleasen.
No le importaba vestir diferente, pensar diferente.
No le importaba destacar, es más, eso era precisamente lo que quería. Destacar.
Precisamente por eso tomó una decisión. Se prometió que no envejecería, que no pasaría de los cuarenta años.
Sus amigos intentaron disuadirla, sin éxito. Le dijeron que era complicado, que a lo mejor no se atrevía...
Pero era una persona bastante cabezota.
Pasaron los años y seguía pensando igual.
Un día leí en la prensa que una mujer que no pasaba de cuarenta años había aparecido muerta en su domicilio. La calle era la misma que la de mi amiga.
La llamé, temiéndome lo peor.
Alguien descolgó el teléfono.
Me dijo:
-Nunca te fíes de las promesas que se hacen con quince años...

14 comentarios:

Blaudemar dijo...

Es que las cosas cambian muchísimo... Mi vida es muy distinta a cómo me la imaginaba con 15 años y cosas que eran muy importantes entonces, no lo son ahora. Y estoy segura que dentro de 10 años cosas que me preocupan ahora serán completamente insignificantes.
Besos!

Juan Antonio González Romano dijo...

Bien, Isa, bien. Coincido con blaudemar en su opinión.

Anónimo dijo...

Un relato breve, reflexivo y con madurez.
Sigo por aquí ;D.

maria dijo...

Puffff por las de cosas que creía que mi mundo de iba a acabar con esa edad, desde luego las perspectivas de los años hacen que las cosas se vean de diferente manera.

Buen texto corazón. ^^

(Soboro sigues aqui¡¡¡ wiii¡¡¡)

besitos

Ika dijo...

Muy bonito! La verdad es que es así (como he leido por algun comentario) la importancia de las coas cambian con la edad... es la vida :-)
Besos Isa!

Er Tato dijo...

Sí, sí, decirlo con nuestra edad (al menos la mía y la tuya,¿verdad profe?) no tiene mérito, pero decirlo en un relato con moraleja, además así de bien, y con el nivel de autocrítica que supone en sus circunstancias... Digo yo que habrá que quitarse el sombrero ¿no?

Un beso admirado

X dijo...

Igual ya la habían llamado veinte veces ese día, todos temiéndose lo peor. O quizá ella es la homicida. :D

Sandra dijo...

Es q lo q se dice hoy con toda convicción, mañana puede parecerte una chorrada. Es complicado hacer promesas cuando no se sabe si se podrán cumplir.

Un beso guapa.

Anita Patata Frita dijo...

Buen relato, contundente.
Tu blog tb tiene un yoquese que queseyo jiji

:)

Isa dijo...

Casi todos decís cosas parecidas por aquí...¡que bien! Gracias por pasar por mi blog.
A los que no coincidís:
er Tato: Gracias :P
X: Siempre me sorprenden tus comentarios, no sé por qué...
Y... Soboro: ¡No te vayas! o mejor...¡¡No tardes en volver!!
Muchos besos a todos:
Isa

Isa dijo...

¡¡¡Argggh!!!
Justo cuando acabo, veo que hay otro comentario, ¡a la misma hora que publico el mío!
Gracias por devolverme la visita, Anita.¿Te importa que ponga sólo Anita?
Muchos besos:
Isa

LUISA M. dijo...

Hola, Isa. Muy buen relato el tuyo.
Era diferente, sí, pero quizá el paso de los años la hizo cambiar de opinión. Y me alegro por ella y sus amigos, tal vez ahora piense que es mejor destacar por otro motivo. Al madurar, cambiamos en algunas cosas... o en muchas.
Sigue creando historias, lo haces muy bien.
Besos.

Leticia dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Corina dijo...

Hola!
Adivina quién soy...
Besotes