Este año ha entrado un chico nuevo. No habla con nadie, no tiene amigos.
Saca buenas notas, por eso lo llaman "empollón".
El otro día, después de dar Gimnasia, Ibrahím estaba mareado, y un profesor le preguntó por qué.
Respondió otro chico, de su misma clase, diciendo que venían del gimnasio, y el pobre se había cansado. Lo dijo con desprecio, aunque el profesor no lo notó. Pero Ibrahím no dijo nada...
Todo el mundo piensa que Ibrahím es muy conformista.
No saben que casi no habla español. No se han fijado en que sólo habla en las clases de francés, y a veces en las de inglés.
No se han fijado porque no les importa que haya un chico musulmán en la clase, ni que aún estando en Ramadan haga gimnasia para intentar integrarse...
No le importa a nadie. Ni si quiera a Ibrahím.
10 comentarios:
No hay más ciego que el qe no quiere ver. O al menos eso dicen.
Sin duda es duro entrar en un colegio nuevo y apenás hablar el idioma. EL ser humano a veces es cruel y a veces lo es incluso consigo mismo
La segunda versión es mejor que la primera, aunque yo soy de los pocos que conoce la primera, ya que tengo el privilegio de asistir casi en directo al proceso de creación y a los sucesivos borradores. En este caso, sólo dos.
Buen relato, Isa.
Debemos reflexionar sobre las diferencias culturales de la gente con la que vivimos y apreciar sus intentos de integración.
Por cierto, Abraham es más bien nombre hebreo, lo que tampoco pasa nada porque cualquier persona puede pertenecer a cualquier religión, independientemente del origen de su nombre.
Besos
Eso de que tanto monta lo dirá usted. No estoy de acuerdo.
cuando yo estudiaba en el instituto tuvimos un caso parecido. Se llamaba Mustafá, y venía de Francia. Empezó en noviembre o diciembre y sólo hablaba francés.
Pero tuvo más suerte que Abraham, o igual eran otros tiempos, o porque no era el primero y era un pueblo pequeño. Los profesores nos hablaron de él el día antes que entrara y nos pidieron que, por favor, no lo excluyeramos. Y poco a poco. Él aprendió castellano y catalán y durante mucho tiempo nos medio-entendimos como pudimos.
Besos
Vaya...
Aïcha, eres la que mejor se ha expresado. Has captado bien el mensaje...
Profe, ... ... Gracias.
Rafael, no se trata de un compañero de clase, más bien me lo he inventado yo...
Gracias, Corina, pero creo que Ibrahim si sería válido, aunque ahora no estoy segura :S
Blaudemar, creo que tuvo más suerte Mustafá.
Bueno, muchos besos:
Isa
Hola, Isa. ¡Qué bien escrito!
Dice mucho de tu calidad como persona ver que te preocupa qué siente ese compañero nuevo que tiene algunos problemas de adaptación y al que la mayoría de tus compañeros no facilita las cosas.
Con que haya tres o cuatro en la clase que le demostréis que os importa y os acerquéis de vez en cuando a hablar con él, le haréis sentirse mucho mejor y lograréis que se integre un poco en el grupo.
Todos ganaréis conociendo algo más de la cultura y las costumbres de los otros.
Besos.
Jooo...¿tan real parece? Es que es un relato inventado, el Abraham aquí descrito es irreal...pero me parece bien que os lo creáis...ya van dos que dicen que es real.
Muchos besos:
Isa
Yo creo que hubo a alguien a quién sí le importó: VOS!
Más, difiero en la parte en la que decís que ni a él mismo.
Cada quién padece sus guerras interiores. Acoplarse al cambio no es nada sencillo y la indiferencia de los otros lo hace más pesado aún, parecés noble Isa, hablá con él, estoy seguro que los todos los seres humanos merecen una oportunidad y tanto como para él como para vos ésta sería una buena ocasión para vertir afecto...que es lo que le falta al mundo!
Isa, Ibrahím sí sería válido, pero Abraham es nombre judío.
Rafael (ya no sé si me escucharás), pero una narración exige verosimilitud (de eso sabe mucho el profe) y Abraham no es verosímil sin una larga explicación.
Es como una Inmaculada Concepción protestante.
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